La obra “Ovoide Polar” fue realizada por Soto en 1998 para las empresas Polar. Instalada en el hall de entrada de su Fundación, emplea en sus varillas los colores más utilizados por la marca venezolana.
Dispuesta como una progresión blanca suspendida al techo, sus 5 metros alcanzan el ras del suelo, facilitando así la relación directa con los transeúntes. La obra permite entrever un ovoide virtual azul que parece flotar en el centro.