Las obras de Soto están integradas a la arquitectura del Teatro Teresa Carreño, fueron concebidas en diálogo con el edificio.
Las obras de Soto se realizaron durante la construcción del centro cultural Teresa Carreño, el teatro más importante de Venezuela y uno de los más prestigiosos de América Latina. Los arquitectos, cuyo proyecto fue seleccionado a través de un concurso, se interesaron por la dimensión urbana y por el diálogo entre los diferentes parques y museos circundantes. Propusieron entonces organizar la edificación de la sala de conciertos en torno al espacio público, lugar de encuentro y de transición entre la ciudad, el parque y los museos.
La monumental extensión de Soto con sus cubos virtuales suspendidos recibe a los visitantes en el hall del Teresa Carreño desde 1972.
Se extiende desde la entrada hasta la sala principal Ríos Reyna en la primera planta, en la que se encuentran dos telones diseñados por Soto
La obra “Cuadrados vibrantes y progresión”, inicialmente instalada dentro del edificio, fue desplazada a la planta baja, al exterior, sobre el muro adosado al antiguo Ateneo de Caracas.
Las “Pirámides vibrantes” coronan la sala José Felix Rivas del Teatro desde 1982, reflejando el triángulo equilátero, módulo geométrico de referencia para la construcción del edificio.